¿Te preocupa vivir rodeado de ondas y cómo afectan éstas a tu salud?

Es importante para nuestra salud, minimizar los efectos del electromagnetismo exterior e interior.

Vivimos rodeados de cableado eléctrico, electrodomésticos y otros aparatos eléctricos, ondas wifi, antenas de telefonía y comunicación… Todo ello emite un campo eléctrico y magnético que interacciona con nuestras células ya que ellas también tienen sus procesos eléctricos, aumentando sus valores naturales. Cuando este aumento es excesivo, podemos hablar de ‘contaminación electromagnética’.

La buena noticia es que podemos prevenir y crear espacios que minimicen nuestra exposición electromagnética.

Según el Dr. Joan Guxens, creador de un programa de prevención y tratamiento natural y holístico para la prevención de enfermedades alérgicas, crónicas, degenerativas, autoinmunes y el cáncer, los síntomas clínicos y  patologías observadas derivadas de la contaminación electromagnética tienen una gravedad creciente en función de la intensidad, la duración de la exposición y según la susceptibilidad personal. Éstas van desde el insomnio, la depresión o las migrañas, a los abortos, enfermedades degenerativas o autoinmunes.

¿Qué incluye?

  • Medición de los niveles de electromagnetismo en todas las estancias de la vivienda con equipos de medición profesional.
  • Elaboración de un informe que engloba el diagnóstico de la medición y la recomendación de medidas correctoras.
  • Pautas par minimizar la radiación electromagnética en la vivienda derivada del uso de tecnología y electrodomésticos habituales .
  • En caso que fuera necesario la colocación de un apantallamiento (o alguna otra medida correctora), no se encuentra incluido y derivamos a nuestra red de colaboradores.
  • Desplazamiento a la vivienda dentro del Área Metropolitana de Barcelona.

¿En qué consiste?

La medición de la contaminación electromagnética, se realiza mediante equipos de medición profesional.

Dentro de los campos electromagnéticos distinguimos dos tipos: los de alta frecuencia y los de baja frecuencia. Las radiaciones de baja frecuencia procedentes de la instalación eléctrico o electrodomésticos, de 1 hercio a 30 kHz y las radiaciones de alta frecuencia (wifi, antenas, microondas…) que van desde los 3kHz a los 300GHz.  Para cada tipo, se utiliza un equipo de medición específico y de esta manera podremos determinar la contaminación electromagnética presente en un espacio.

Para la evaluación de los niveles de electromagnetismo identificados y su riesgo para la salud, tendremos en cuenta los valores de la normativa de la Baubiologie (el Instituto alemán para la bioconstrucción).

¿Para quién?

  • Para los que prefieren prevenir que curar.
  • Para quien le preocupe la sobreexposición a la contaminación electromagnética.
  • Para los que viven en la ciudad, especialmente en áticos, que acostumbran a ser las viviendas más expuestas.
  • Para los que tienen una antena cerca de casa.
  • Para quien no duerma bien o se levante más cansado de lo que se ha acostado.
  • Para quien tenga niños pequeños o esté preparando el nido.
  • Para quienes viven afectados por la sensibilidad electromagnética.

¿Por qué?

  • Para cuidar de la salud de toda la familia.
  • Para conocer el nivel de exposición de nuestra vivienda y poder tomar acciones correctoras.
  • Para saber cómo crear en casa un espacio “libre” de ondas.
  • Para medir el potencial impacto que recibimos de una fuente de radiación en concreto, por ejemplo, una antena que vemos desde la terraza.

¿Tienes alguna duda?